Si bien cualquier niño puede sufrir caries, los bebés alimentados con biberón tienen más probabilidades de desarrollar caries. La caries del biberón puede ocurrir debido a la exposición frecuente y prolongada de los dientes de un bebé a bebidas que contienen azúcar; por ejemplo, cuando se pone a dormir a un bebé con un biberón. La lactancia materna minimiza el riesgo de caries del biberón, ya que la mayoría de los bebés que amamantan no suelen estar expuestos a la leche durante un período tan prolongado como los bebés alimentados con biberón.

La lactancia materna también puede prevenir las caries de otras maneras. La leche materna contiene anticuerpos que ayudan a luchar contra las bacterias dañinas en la boca. Este efecto antibiótico de los anticuerpos ayuda a contrarrestar el efecto de la caries dental para ayudar a los niños a mantener una sonrisa saludable. Esto es especialmente importante para los niños que tienen ciertos defectos genéticos o condiciones de salud que provocan que el esmalte se debilite, haciéndolos más propensos a las caries.